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Hace milenios que la humanidad comprendió la importancia de mantener el estado de unidad esencial entre cuerpo, mente y espíritu. En diversas épocas y culturas se perfeccionaron técnicas para favorecer la conexión con lo más genuino que atesoramos dentro. El masaje tailandés, combina la filosofía del budismo con la visión energética del cuerpo desarrollada en la India y China, es uno de los métodos más perfeccionados y eficaces.Hay que recordar que no estamos ante el clásico masaje de amasamiento, tal como se entiende en Europa, sino ante una serie que combina estiramientos y presiones. Por eso el masaje se efectúa vestido. El masaje tradicional tailandés nos devuelve la integridad perdida y nos prepara para recobrar la fuerza a la que podemos acceder mediante la relajación.
Desde lo más profundo de nuestras células percibimos una energía nueva, fruto de la unión y no de la oposición o la tensión
Podemos considerar el masaje tradicional tailandés una herramienta sagrada, transmitida en los templos budistas de Asia, o una técnica psicofísica que ayuda a recuperar la estructura corporal, mental y emocional.
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